martes, 9 de marzo de 2010

Fra Angelico


Su nombre secular era Guido di Pietro da Mugello y nació en Vicchio (región de Toscana). En 1418 ingresó en un convento dominico en Fiésole y alrededor de 1425 se convirtió en fraile de la orden con el nombre de Giovanni da Fiesole. Aunque se desconoce quién fue su maestro, se cree que comenzó su carrera artística como iluminador de misales y otros libros religiosos. Después empezó a pinta retablos y tablas.

Entre las obras importantes de sus comienzos se cuentan la Madonna de la estrella (c. 1428-1433,San Marcos, Florencia) y Cristo en la gloria rodeado de santos y de ángeles (National Gallery, Londres), donde aparecen pintadas más de 250 figuras diferentes. También a ese periodo pertenecen dos obras tituladas La coronación de la Virgen (San Marcos y Museo del Louvre, París) y El juicio universal (San Marcos). La madurez de su estilo se aprecia por primera vez en la Madonna dei Linaioli (1433, San Marcos), en donde pinta una serie de doce ángeles tocando instrumentos musicales.

En 1436, los dominicos de Fiésole se trasladaron al convento de San Marcos de Florencia que acababa de ser reconstruido por Michelozzo. Fra Angélico, sirviéndose a veces de ayudantes, pintó numerosos frescos en el claustro, la sala capitular y las entradas a las veinte celdas de los frailes de los corredores superiores. Los más impresionantes son La crucifixión, Cristo peregrino y La transfiguración. El retablo que hizo para San Marcos (c.1439) es una de las primeras representaciones de lo que se conoce como sacra conversación: la Virgen acompañada de ángeles y santos que parecen compartir un espacio común. Allí pintó una Anuncia

Fra Angélico combinó la elegancia decorativa del gótico, en particular del gótico internacional de Gentile da Fabriano, con el estilo más realista de otros maestros del renacimiento como el pintor Masaccio y los escultores Ghiberti y Donatello, que trabajaban en Florencia, y aplicó también las teorías sobre la perspectiva de León Battista Alberti. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra.

Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento.

En el Museo del Prado de Madrid se conserva una de sus obras más representativas: La Anunciación (1430-1432), realizada para el convento dominico de Fiesole. El Museo Aysén-Bornemisza posee La Virgen de la humildad, depositada en el MNAC de Barcelona. Los duques de Alba poseen en el Palacio de Liria otra obra de Fra Angélico, La Virgen de la granada, adquirida por un antepasado suyo en Florencia hacia 1816.


Ambrogio Lorenzetti


Ambrogio Lorenzetti (Ambrosio en español, o Ambruogio Laurati), fue un pintor italiano de la escuela de Siena, nacido probablemente en 1290. Era el hermano menor de Pietro Lorenzetti, también pintor reconocido. Su máxima actividad se desarrolló entre los años 1317 y 1348, cuando murió, probablemente a causa de la Peste Negra, lo mismo que su hermano.

Se formó en el taller de Duccio di Buoninsegna. La obra conocida más antigua que se le conoce es una «Madonna con niño» de 1319 (Museo Diocesano de San Cascianco) y desde allí se trasladó a Florencia donde ingresó en la cofradía de los médicos y especieros (que en esa época correspondía también a los pintores). Su estilo, influido por el de su amigo Simone Martini (el pintor más apreciado en su época) pero más naturalista, debido a la influencia de su maestro Duccio, era poco comprendido, por lo que sus comienzos no fueron muy exitosos. Hasta que recomendado por el propio Simone Martini, pudo trabajar en la corte papal de Avignon.

Cuando volvió a Siena, trabajó en los frescos de su Palazzo Pubblico o ayuntamiento (siglo XIV), en un ciclo narrativo de tema civil y político. La obra, realizada entre 1338 y 1340, en tres de los muros de la denominada «Sala dei Nove» (Salón de los Nueve), es una de las obras maestras del Prerrenacimiento. Se trata del primer conjunto pictórico medieval en el que se desarrolla un tema civil, con un claro programa propagandístico (el de los nueve gobernantes de la ciudad), en una serie de ambientes con paisajes tanto rurales como urbanos, dando como resultado una obra de absoluta novedad en el panorama artístico de la época. En una de las paredes se encontraba la «Alegoría del buen gobierno», en otra la obra titulada «Efectos del buen gobierno en la ciudad y el estado», siendo la tercera la «Alegoría del mal gobierno».


BOTTICELLY



Nació en Florencia, en un barrio de trabajadores (
on) en el arrabal de Ognissanti. A esta misma parroquia de Ognissanti o Todos los Santos pertenecieron los Vespucci, aliados de los Médicis, y de quienes recibiría encargos.

Era el menor de cuatro hijos del matrimonio formado por Mariano di Vanni di Amedeo Filipepi, de oficio curtidor, y su esposa Smeralda. Cuando nació Sandro, su hermano mayor Giovanni tenía 25 años, y se cree que lo adoptó y lo educó. Giovanni tenía el apodo de «Botticello» («tonelete»), sin que se sepa si recibió el apodo por su gordura o por gran bebedor; otras fuentes indican que era su hermano Antonio el que tenía este mote. De él deriva el apodo de «Botticelli».

No se convirtió en aprendiz hasta alcanzar los catorce años de edad, lo que indicaría que recibió una educación más completa que otros artistas del Renacimiento. Según Vasari, fue primero aprendiz de orfebre con su hermano Antonio (en1458). Accediendo a los deseos del niño, el padre lo mandó al taller de Fray Filippo Lippi, en Prato (de 1464 a1467). De este pintor recibe Botticelli sus mayores influencias: la síntesis entre el nuevo control de formas tridimensionales, la delicadeza expresiva en los rostros y los gestos, los detalles decorativos (herencia del estilo del Gótico tardío) y un estilo íntimo. Muchas de las primeras obras de Botticelli se han atribuido a su maestro, y aún hoy la autoría sigue siendo incierta. Curiosamente, años después, Botticelli acabaría siendo maestro, y teniendo en su taller al hijo de Filippo, Filippino Lippi. En menor medida, resultó influido por la monumentalidad de Masaccio. En 1467 Sandro vuelve a Florencia, frecuentando el taller de Andrea del Verrocchio, donde trabajó al lado de Leonardo da Vinci. De esta época datan toda una serie de Madonas influidas por Lippi.

Para el año 1470, Botticelli tendría taller propio. Ya entonces su obra se caracteriza por una concepción de la figura como vista en bajorrelieve, pintada con contornos claros, y minimizando los fuertes contrastes de luz y sombra que indicarían formas plenamente modeladas. Recibió ese año un importante encargo: una de las pinturas sobre Virtudes para la Sala del Tribunal de los Mercaderes, La fortaleza. Esto indica que para entonces, con unos 30 años de edad, ya debía haber ejecutado obras destacadas.

En 1472 entró a formar parte de la Compañía de San Lucas, gremio de pintores. En los años siguientes Botticelli se hizo muy famoso, hasta el punto de ser llamado a Pisa para pintar un fresco en su catedral, hoy perdido.

Se cree que, gracias a la Adoración de los Magos, que pintó en 1475 para Santa María Novell, llamó la atención de los Médicis, que rápidamente emplearon su talento.

Donatello


El artista, según Vasari, fue educado en la casa de la familia Martelli; y, es cierto que recibió su primera formación, en un taller de orfebrería. Entre 1402 a 1404 viajó a Roma con Brunelleschi, para estudiar el arte de la Antigüedad. Vieron gran cantidad de ruinas antiguas que pudieron estudiar y copiar para posteriormente inspirarse en ellas. Vasari afirma que hacían excavaciones en busca de «trozos de capiteles, columnas, entablamentos y restos de edificios». Su estancia en Roma fue decisiva para el completo desarrollo del arte italiano en el siglo XV, fue durante ese periodo que Brunelleschi estudio las medidas de la cúpula del Panteón y de otras construcciones romanas. Las construcciones de Brunelleschi y los monumentos de Donatello fueron la expresión suprema del espíritu en la era en que la arquitectura y la escultura ejercieron una potente influencia en los pintores de esta época.

Donatello, en 1404 regresó solo a Florencia, para trabajar en el taller de Lorenzo Ghiberti, donde ayudó en la realización de la cera para la fundición de los modelos de la puerta norte del Baptisterio de San Juan, hasta 1407. Esta actividad le permitió adquirir los conocimientos fundamentales de joyería y orfebrería. De hecho, en 1412 existe una nota en el registro de la corporación de pintores que lo nombra como orfebre.

El Pequeño profeta realizado para el exterior de la Puerta de la Mandorla en la catedral de Santa María del Fiore en Florencia, está considerado como de los primeros trabajos producidos por Donatello. Sin embargo hay una controversia sobre su atribución, al margen de las diferencias estilísticas entre las dos figuras de los pequeños profetas, que pueden ser debidas a la inexperiencia por la juventud del artista, también por la semblanza con obras similares de Nanni di Banco. En la actualidad, el profeta de la izquierda se atribuye, en mayoría, a Donatello, sobre la base de comparaciones con otras obras de la misma época, como el David en mármol. El hecho que la otra estatua es probablemente obra de Nanni di Banco, no es incompatible con los documentos de de la catedral, donde consta que Donatello recibió en 1406 y 1408 unos pagos, en recompensa por su trabajo en dos estatuas de profetas (que no son descritas con detalle); en aquel momento los dos escultores estaban asociados y participaban en la decoración de la Puerta de la Mandorla de la catedral.

En 1408 se le encargó un David en mármol de medida natural, y que muestra una escultura más elaborada, para los contrafuertes del coro de la catedral; para el mismo sitio le encargaron a Nanni di Banco otra estatua en la que debería representar al profeta Isaías. Si se compara ambas esculturas se observa una flexión del cuerpo en la de Isaías que continúa siendo gótica y que parece no tener un eje central, mientras, la del David de Donatello, presenta un contrapposto perfecto. Donatello la realizó en mármol con una altura de 190 cm, la gran meticulosidad del acabado nos recuerda la influencia que aún tenía el autor del oficio adquirido durante su aprendizaje en el taller de Ghiberti.