miércoles, 21 de octubre de 2009

Las pinturas de Pompeya


Los orígenes de la pintura romana se confunden con los de su escultura y de tal modo se hallan en el arte helenista que aun los ejemplares que de ella se conservan, sobre todo, los mejores, se atribuyen hoy a mano griega si bien la escuela llegara por fin a romanizarse. Los romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura, y animaban a los artistas que trabajaban para ellos a hacer copias de obras griegas especialmente famosas o populares. Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Las pinturas, con figuras individuales, grupos o paneles enteros, se reproducían, se adaptaban, estropeaban o embellecían según el talento de los artistas y las exigencias del cliente.
Los procedimientos usados en esta pintura debieron ser el
encausto, el temple y el fresco. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores.
Sus
géneros, el decorativo de vajillas y muros y el histórico y mitológico en los cuadros murales. Y aunque los descubiertos hasta el presente ofrecen más que todo un carácter decorativo llegan a ser verdaderas composiciones pictóricas y se juzga con fundamento que hubo también otros de pintura independiente a semejanza de los actuales de tabla o de caballete. Se cultivaron con dicho carácter decorativo mural el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales constituyendo con estas últimas el género que los artistas del Renacimiento llamaron grutesco, hallado en las antiguas Termas de Tito y que sirvió al célebre Rafael como fuente de inspiración para decorar las Logias del Vaticano. Hay que citar los retratos pintados. En el Egipto romano se descubrió una excelente colección de retratos sobre tabla, realizados para ser colocados sobre las momias. Igualmente en Pompeya, y pintados al fresco, se descubrieron magníficos retratos como los del Panadero y su esposa, o el de una muchacha, ambos en el Museo de Nápoles. Destacó también el arte pictórico de la civilización romana en el procedimiento del mosaico. No obstante, y en general, el mosaico es usado sobre todo para suelos, siendo en época bizantina cuando sustituya a los frescos en los muros. También en época romana se encuentra el mosaico extendido a cuadros pensiles según lo revelan algunos ejemplares que se guardan en los museos y abrazando en uno y otro caso, asuntos y composiciones históricas. Se usaba para decorar interiores. Siguen utilizando el opus tesselatum de origen griego, aportando como novedad el opus sectile.
La pintura sobre pergamino fue otro género que estuvo muy en boga entre los bibliófilos romanos de la época de Augusto, pero de ella no se han descubierto ni se conservan ejemplares anteriores al siglo III de nuestra era.
Los principales monumentos de pintura greco-romana que hoy existen se han extraído de las ruinas de Herculano, Pompeya, Stabia, el Palatino de Roma y de las necrópolis de El-Fayun, en Egipto, además de los mosaicos descubiertos en numerosas ciudades que fueron romanas. La mayor parte de las pinturas murales conocidas corresponde a casas particulares y edificios públicos de Pompeya y Herculano, dos ciudades italianas que estaban de moda y que fueron arrasadas por el volcán Vesubio en el año 79 d. C., aunque también se han encontrado algunas pinturas en Roma y en otros lugares. El Museo de Nápoles, centro principal de estudio para el arte romano, conserva más de mil fragmentos de pintura al fresco, arrancados de los muros de Herculano y Pompeya. Entre los más famosos cuadros murales de este arte greco-romano se cuentan

Las casas de Pompeya




Pompeya es una ciudad rica y con mucha influencia griega, esto se nota en las villas, grandes casas situadas en la ciudad en las que se mezclan los estilos y espacios de la casa romana y la griega. Y que presentan las siguientes características:
1. Están orientadas hacia el interior y no hacia el exterior, carecen de ventanas y la luz y el aire entran por dos áreas centrales entorno a las que se articulan las demás estancias, estas áreas son: el atrio, que tiene abierta la parte central del techo, y el peristilo, parecido a un gran patio columnado.
2. Son normalmente de un solo piso.
3. Cada espacio está dedicado a un solo uso, ya sea comer (triclinium), dormir (cubiculum), reunirse (tablinum), etc...

Dentro:
Primero encontramos un zaguán o vestíbulo, del que pasamos a la puerta , subimos el umbral (limen), generalmente de mármol y elevado sobre el plano del vestíbulo y de la calle. A ambos lados los postes que sujetaban la puerta en sí. Tras pasar la puerta hay una habitación, en algunas casas un simple corredor, las fauces.
De allí se pasa al atrio:
El atrio es un gran espacio vacío con una abertura en el techo, el impluvium, por donde entra la luz y el agua de lluvia, que se recoge en una pila o compluvium. Los primeros romanos hacían la vida en el atrio , pero en la época de la destrucción de Pompeya frecuentaban más las habitaciones interiores y sólo queda como recuerdo el altar de los lares, los dioses protectores de la casa y la familia.
A continuación del atrio está el tablinum(despacho):
El tablinum es una gran habitación que fue la destinada al padre, y en época clásica hacía las funciones de despacho y sala de reuniones. Está también abierta hacia el peristilo, pero generalmente en invierno esta salida se cierra con grandes paneles de madera que se retiran en verano.
También a los lados del atrio está el cubiculum(dormitorios):
Donde dormian el amo y du familia.Estaban lujosamente decorados.
El peristilium(jardin):
Era un jardín rodeado de un pórtico, generalmente de dos pisos, sostenido por columnas, a veces tiene una fuente o pilas de agua.
En torno al peristilium hay también habitaciones,usadas como comedores o despachos.

Triclinium:
Se usa para las cenas veraniegas y está en el peristilium(jardin).
Cada banco que rodea la mesa; es un triclinio, tiene este nombre por que en el se tumbaban (clino) tres personas (tri).
El triclinio normal era generalmente de madera o de hierro y se cubrían con colchones, almohadones y sábanas.
Fuera de la casa, habia muchas estancias adosadas, que generalmente se usaban como tabernas, eran bares, tiendas y negocios de todo tipo.

-Decoración:
Eran casas muy lujosas las villas de los ricos, tenian varias estatuas de oro,ya que lo apreciaban mucho. Las paredes estaban decoradas con frescos que aún se conservan.
El jardin tenian normalmente una fuente o pequeño embalse con agua.La vegetacion del jardín era muy cuidada por los esclavos.
La mayoria de las casas, tenian rótulos por la fachada que se habian escrito durante época de elecciones para hacer publicidad,o bien rótulos anunciando juegos u otras actividades culturales.

martes, 20 de octubre de 2009

Mapa de la cuidad de Pompeya


1) LOS FOROS
2) LOS TEATROS
3) EL ANFITEATRO Y LA PALESTRA
4) LAS TERMAS
5)EL LUPANAR

Principales edificios del foro romano y los foros imperiales

1) LOS TEMPLOS: El templo romano, era un lugar de culto a los dioses en la Antigua Roma. A través de los años fue modificando su estructura que en su origen tenía una base entre la cella o templo etrusco y el pórtico de columnas del templo griego. Basicamente es originario de las ideas conjuntas entre los templos etrusco y griego con planta rectangular y que difiere en el orden toscano descrito por Vitrubio que era cuadrado sobre un zócalo al que se accedía por una escalera anterior o podium.
2) LAS BASILICAS: La basílica romana tuvo múltiples usos, dedicándose a mercado, lugar de transacciones financieras, culto o, más ordinariamente, a la administración de justicia; también se utilizaba como lugar de reunión de los ciudadanos para tratar asuntos comunes. En cuanto a su concepción arquitectónica, se trataba de una gran sala rectangular compuesta por una o más naves (siempre en número impar), en este segundo caso, la central era más ancha y alta y estaba soportada por columnas. La diferencia de alturas se aprovechaba para abrir huecos de iluminación en la parte alta de los muros. En uno de los extremos de la nave principal existía una exedra o ábside, donde se instalaba la presidencia, mientras que la entrada se efectuaba por el extremo opuesto a través de un pórtico. En ocasiones, la puerta de acceso también podía situarse en el centro de uno de los lados mayores.
3) LOS MERCADOS: El comercio romano fue el motor que condujo a la economía de finales de la República y principios del Imperio. Modas y tendencias de la historiografía y cultura popular han tendido a no ocuparse de la base económica del imperio en favor de lingua franca que fue el latín y las hazañas de las legiones. Tanto la lengua como las legiones fueron apoyadas por el comercio, siendo al mismo tiempo parte de su espina dorsal. Los romanos eran hombres de negocios y la longevidad de su imperio se debió a su comercio.
Aunque en teoría los miembros del
Senado y sus familias tenían prohibido dedicarse al comercio, los miembros de la orden ecuestre sí lo estuvieron, a pesar de sus aristocráticos valores que hacían énfasis en pasatiempos militares y actividades recreativos. Los plebeyos

y libres tenían tiendas o atendían puestos en los mercados mientras grandes cantidades de esclavos hacían casi todo el trabajo duro. Los propios esclavos eran además objeto de transacciones comerciales, y dada su alta proporción en la sociedad (comparada con la Grecia Antigua) y la realidad de las fugas, las guerras serviles y las sublevaciones menores, dieron un toque distintivo al comercio romano.
La intrincada, compleja y extensa
contabilidad del comercio romano fue efectuada con la ayuda de tableros contables y ábacos romanos. Éstos, que usaban números romanos, estaban especialmente ideados para las cuentas en monedas y unidades
romanas.
4) LOS ARCOS ROMANOS : Uno de las principales objetivos tras la conquista de territorios era el incluir estos dentro del mundo romano, no solo políticamente, sino también social y culturalmente, esto es, "romanizar". Si un pueblo se sentía dentro del "mundo romano" se evitaba el levantamiento popular, ya que estaban integrados en él. Para ello, además de grandiosos edificios públicos de ocio, de templos de culto o de una excelente infrestructura urbana, se necesitaban elementos que recordasen a los habitantes que pertenecían a un grandioso imperio. Por este motivo se levantaron idílicas estatuas de los distintos césares o emperadores y monumentos conmemorativos de eventos, fundamentalmente grandes victorias bélicas. Por desgracia se han perdido muchas de estas construcciones, que, al tener un significado político militar, en algunos casos fueron desmontados o destruidos una vez que el imperio fue perdiendo su autoridad. Los monumentos conmemorativos romanos que se extendieron por todo el imperio fueron principalmente los arcos de triunfo y las columnas.
5) EL COLISEO : El Coliseo (Colosseum en latín) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma y bajo jurisdicción de ciudad Vaticano, por su procedencia ligada a el catolicismo. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del
Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio Romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.[1]
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d. C. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los
terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.
El
7 de julio de 2007
, fue reconocida como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.

martes, 13 de octubre de 2009

Pompeya


Pompeya fue una ciudad de la Antigua Roma ubicada junto con Herculano y otros lugares más pequeños en la región de Campania, cerca de la moderna ciudad de Nápoles y situados alrededor de la bahía del mismo nombre en la provincia de Nápoles.
Fueron enterrados por la violenta erupción del
Vesubio el 24 de agosto del año 79 d. C. En la actualidad, cuenta con 25.751 habitantes y forma parte de la provincia de Nápoles.

La ciudad fue fundada en el Siglo VII a. . por los oscos, un pueblo de la Italia central, en una colina cerca de la desembocadura del río Sarno, utilizada previamente como puerto seguro por navegantes griegos y fenicios. Cuando los etruscos suponían una amenaza, Pompeya se alió con los griegos, quienes dominaban la bahía de Nápoles. En el siglo V a. C. los Samnitas conquistaron Pompeya y otras ciudades de la región (Campania). Los nuevos gobernantes impusieron su arquitectura y ampliaron la ciudad. Se cree que durante la dominación samnita, los romanos conquistaron la ciudad durante un corto período, pero esas teorías nunca han podido ser verificadas.
Pompeya participó en la guerra que las ciudades de la Campania iniciaron contra
Roma, pero en el año 89 a. C. fue asediada por Lucio Cornelio Sila. Aunque las tropas de la Liga Social, comandadas por Lucio Clemento ayudaron en la resistencia a los romanos, en el año 80 a. C. Pompeya se vio obligada a aceptar la rendición tras la conquista de Nola. Después de éste episodio se convirtió en una colonia con el nombre de Colonia Cornelio Veneria Pompeianorum'. La ciudad se transformó en un importante punto de paso de mercancías que llegaban por vía marítima y que eran enviadas hacia Roma o hacia el sur de Italia siguiendo la cercana Via Appia.
En el año
62 un terremoto dañó seriamente Pompeya y otras ciudades cercanas. Durante el período que va entre ese año y el 24 de agosto del año 79 [1], año de la erupción del Vesubio, la ciudad fue reconstruida, quizá con mayor suntuosidad en los edificios y el arte que antes. En el momento de la erupción, la cercanía de las próximas elecciones para ocupar cargos públicos servía de acicate a los más ricos de la ciudad para destinar dinero a la reparación de templos y otros edificios públicos, intentando ganarse así el voto popular. Varios de estos edificios conservan placas en honor de sus reparadores.

TRAGEDIA DESENCADENADA POR LA ERUPCION DEL VERSUBIO

El gigantesco maremoto que azotó las costas del sudeste asiático será recordado como una de las grandes tragedias de los Tiempos Contemporáneos, como la erupción del Vesubio, el 29 de agosto del año 79 D.C., es crónica inescapable de la Antigüedad. Ambas tragedias nos invitan a repensar aspectos fundamentales de la condición humana y de su relación con la naturaleza. Plinio el Joven, de 18 años, escribe al historiador Tácito sus impresiones al ser testigo presencial de la destrucción de Pompeya, Herculano y otras poblaciones de la Campania. Su padre adoptivo y tío, Plinio el Viejo, había redactado los 37 imponentes libros de la Historia Natural. En ellos abarcaba todos los conocimientos de la época sobre la fauna, flora y los minerales, más aspectos diversos relacionados al hombre. Este erudito comandaba la flota romana estacionada en Miseno, cercano a Pompeya. Al observar cómo una enorme columna de humo, similar a un pino de monstruosas proporciones, salía del Vesubio, decidió partir en barco para observar más de cerca el fenómeno que nutriría nuevas crónicas. Además quiso así auxiliar a los que gozaban de las maravillas del, hasta aquel día, bello litoral frecuentado por la aristocracia romana. Cuando la ceniza caía en las naves, cada vez más caliente y más densa, junto a piedras ennegrecidas, Plinio el Viejo ordenó seguir rumbo a la playa pues “La fortuna favorece a los fuertes”. Increíblemente llegó a su destino, comió y alojó en casa de su amigo Pomponiano. Trataba de infundir serenidad y se aferraba a la ilusión que todo terminaría bien. Al día siguiente, cuando los temblores, la ceniza y el olor a azufre lo cubrían todo, partió a la playa simplemente a morir asfixiado. Plinio el Joven, más prudente que su tío, se quedó en Miseno. Aunque había habido un maremoto días antes, no se preocupó mayormente pues ellos eran corrientes en Campania. Sin embargo, se inquietaron cuando observaron que el mar se recogió, la playa se ensanchó y muchos animales marinos quedaron en seco sobre la arena. Los edificios se agrietaban y el pánico cundía. Sin embargo, este joven estudioso se paseaba con su madre por la explanada ... ¡con un libro de Tito Livio!. Un amigo de su padre adoptivo le reprendió diciéndole: “Si tu hermano, si tu tío, vive todavía, quiere que vosotros también os salvéis. Si ha muerto, quiso que le sobreviviérais. Por lo tanto, ¿qué esperáis para emprender la huida?”. Plinio el Joven respondió que no buscaría su salvación mientras nada supiese de la suerte de su padre adoptivo. Sin embargo, la fuerza de los acontecimientos hizo cambiar de actitud a nuestros testigos de tan macabra tragedia. Huyendo de Miseno cayó una niebla de cenizas de tal espesor que anocheció y las tinieblas volvieron a poblar la tierra. Plinio el Joven le señala a Tácito que “Allí hubieras oído chillidos de mujeres, gritos de niños, vocerío de hombres: todos buscaban a sus padres, a sus hijos, a sus esposos, los cuales también a gritos respondían. Unos lamentaban su desgracia, otros la de sus parientes, y había quienes, por miedo a la muerte, la imprecaban. Muchos eran los que elevaban las manos hacia los dioses, y muchos había también que, convencidos de que los dioses no existen, creían que aquella era la eterna y última noche del mundo”. Cada cierto tiempo, Plinio y su madre se levantaban del suelo, para sacudirse las cenizas que, de otro modo, los hubieran aplastado y asfixiado. Así se salvaron. Cuando las tinieblas retrocedieron y el fuego acabó, de Miseno sólo quedó una enorme capa de ceniza blanca parecida a la nieve. Así acabó la orgullosa Pompeya, cuyas casas, calles, casas y prostíbulos aún podemos verlos a las afueras de Nápoles.

miércoles, 7 de octubre de 2009

la muralla de Roma


La muralla romana rodea el casco histórico de la ciudad gallega de Lugo en la provincia del mismo nombre en España. La antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fundada por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador Augusto en el año 13 antes de Cristo con la finalidad de anexionar, definitivamente, el noroeste de la península Ibérica al Imperio romano fue dotada de un muro de defensa que ha perdurado, con escasas reformas, hasta la actualidad.
La muralla, con una longitud de más de 2 km, delimita el casco histórico de la urbe gallega y ha pasado de ser un obstáculo para su evolución y crecimiento a ser un monumento integrado en la estructura urbana y fuente de riqueza turística.
Construida como separación y defensa se ha transformado en un elemento integrador entre la antigua Lucus y la que se ha desarrollado a su alrededor. Sus diez puertas realizan la función de unir una parte de la ciudad con la otra y su paseo de ronda, adarve, se ha tornado en una calle más que es recorrida por los viandantes autóctonos y visitantes.
La Muralla romana de Lugo ha sido declarada Patrimonio de la humanidad
por la Unesco en el año 2000y está hermanada desde el día 6 de octubre de 2007 con la Gran Muralla China de Qinhuangdao.

El Río y sus accidentes geográficos


mapa de las 7 colinas de Roma


Las siete colinas de Roma son una serie de promontorios que históricamente han formado el corazón de la ciudad de Roma. Situadas al este del río Tiber, este conjunto geográfico ha protagonizado numerosísimos pasajes literarios y son una referencia muchas veces repetida en la cultura popular.